-Bueno,
no sé realmente qué está pasando. Sé que nada bueno, que hay una
conspiración o algo por el estilo.
-¿Quieres
la verdad, Katniss?- asiento-. Tienes toda la razón. Existe esa
conspiración, existe un gobierno opresor, existe el odio. La
venganza.
-¿Venganza?
-Sí,
no podemos hacer nada. Podemos grabar un propo, podemos calmar la
preocupación, podemos intentar que tu boda sea un evento que ayude a
mitigar las revueltas, pero no podemos prometer que Panem no se sume
en el caos de nuevo.
-Pero
Beetee, si eso pasa la gente volvería a formar una rebelión contra
el Capitolio.
-Puede
que sí, sólo si hablamos de que el Capitolio tenga privilegios que
no tengan los demás distritos.
¿Qué?
No lo entiendo. ¿Quiere decir que sólo la gente protestaría si el
Capitolio vuelve a ser el más poderoso de todos? Si hay Juegos no
importaría si participara el Capitolio, eso quiere decir, ¿no? Pero
cómo va a ser eso posible. Es lo más absurdo que he oído, es más
estúpido que mi idea de ser presidenta. Además, ¿cómo va a
existir un gobierno tirano si no hay nadie que tenga más poder que
otro?
-Beetee,
eso no es posible. No podemos volver a estar como antes si el
Capitolio tiene los mismos derechos que los demás.
-Mientras
tú no lo sepas no habrá problemas. Verás, esta vez será
diferente, no serán tan tontos, no al principio. He oído todo lo
que los candidatos quieren hacer, y la verdad, si fuera cierto,
cualquiera podría salir sin inconvenientes para la Asamblea. Todos
serían dignos, siempre que prometiesen cumplir con las Normas de la
Paz-hace una pausa para que asimile todo lo que quiere decirme-.
Puede que nos equivoquemos, a lo mejor el nuevo presidente no tiene
planes conspiradores ni nada por el estilo, pero entiendo que después
de todo lo vivido no podamos fiarnos.
-¿Entonces?
-Sólo
nos queda esperar.
-He
oído eso mucho últimamente, y la verdad es que estoy cansada. Mi
idea es presentarme a las elecciones.
-¿Quieres
ser la presidenta?
-No,
para nada. Sabes que odio todo ese mundo, pero si salvo a mis hijos
de la tiranía, la respuesta es sí.
Beetee
se queda callado, mirándome. Veo en sus ojos una disculpa, supongo
que el perdón que nunca llegó después de la muerte de mi hermana,
pero también veo esperanza. Ve en mí la presidenta que justo se
hubiese elegido de haberse hecho una asamblea. Él sabe que yo sería
la primera en respetar la libertad y en promover la paz, y sabe que
mi cara es el símbolo de la rebelión, que soy el Sinsajo, y, aunque
hay mucha gente que me odia, también hay mucha gente que me quiere.
Puede que todos me recuerden como la adolescente que ganó y desafió
al Capitolio, y por supuesto, que devolvió la paz a todos y cada uno
de los distritos. Aquella chica que mató a Coin, que clavo la flecha
que debía haber acabado con la vida del Presidente Snow en su
corazón. Sí, también habrá muchos que me vean como la pobre loca
infeliz que perdió a su hermana y en consecuencia la cabeza. Muchos
me habrán olvidado. Después de todo, desde que maté a Coin no he
vuelto a salir en público. La mayoría creerá que estoy internada
en algún centro o que no he sido capaz tanto de superar todo lo que
pasé, como haber sido capaz de formar una familia, y menos al lado
del hombre que ganó los Juegos junto a mí y fue envenenado para
intentar matarme. Pero aquí estoy, más fuerte que nunca, con mucho
más por lo que luchar en estos momentos.
-Es
una idea genial, hay que hablarlo con los demás.
-Antes
me gustaría consultarlo con Paylor. Sé que va a venir.
-Para
ello debéis quedaros esta noche y volver mañana al 12. No nos dará
tiempo de grabar y planear tu salto a la presidencia en un sólo día,
y menos en el estado en el que está Paylor.
-Vale,
pero tendríamos que grabar ahora y preocuparnos por lo otro después.
-Lo
que quieras, chica en llamas.
Salimos
de la habitación donde nos habíamos metido para tener más
intimidad y volvemos a donde están Peeta, Haymitch y Plutarch. Los
tres parecen haberse puesto al corriente de todo lo que sucede y me
miran con el semblante serio. Pestañeo un par de veces creyendo que
de alguna manera han escuchado mi plan y luego me convenzo de que
sólo es por todo este rollo de las elecciones y todo eso. Beetee los
manda fuera y llama a un equipo de preparación. Dos estilistas que
no conozco y que no tiene ni por asomo la misma habilidad que
Octavia, Flavius y Venia, me arreglan el cabello es una trenza
simple y me maquillan con lo básico. Me ayudan a ponerme el traje
del Sinsajo y, una vez estoy en él, los recuerdos se agolpan en mi
mente hasta el punto en el que me mareo. Peeta viene casi corriendo y
me sujeta con fuerza.
-Katniss,
¿estás bien?
-Sí,
sí. No te preocupes- pero empiezo a verlo doble y el mundo da
vueltas sin parar-. Creo que no he descansado lo suficiente, sólo es
eso.
-A
la próxima nos vamos, te lo prometo.
Nos
llevan a los exteriores. Según Plutarch será mejor grabar ahí
fuera con todo el bosque de fondo y el sol dándome de pleno mejor
que la luz artificial. Mientras caminamos me voy aprendiendo frase
por frase todo aquello que debo decir. Son líneas fáciles con el
mensaje claro. Beetee dice que lo del anuncio de la boda me lo deja a
mí, que no hace falta que me pongan el texto. De nuevo la tarea de
improvisar, ¿es que nadie entiende que no sirvo para eso? Peeta es
el que hace magia con las palabras, no yo.
De
repente, cuando me están colocando justo donde quieren que grabe,
veo a Sarah y Jaden corriendo detrás de una pelota con otros niños
alrededor. Se están divirtiendo y me pregunto si habrá sido Peeta
el que les habrá dado el permiso por escrito.
-Katniss,
estamos aquí- dice Beetee haciendo aspavientos con los brazos-.
Cuando quieras comenzamos.
Me
coloco en posición y releo por última vez todas las líneas, dejo
caer el papel y cierro los ojos esperando acordarme de todo. Al
abrirlos veo que la cámara ya está lista para comenzar a filmar y
suspiro asintiendo con la cabeza. Ya estoy lista y sé que debo
esforzarme para que esto salga bien.
-A
la de tres-dice Plutarch-. Uno, dos...-cada segundo pasa lento y me
permito mirar a Peeta por última vez antes de grabar-. Tres.
El
piloto de la cámara se vuelve rojo y miro hacia ella durante unos
segundos, con la mirada fría, con los labios cerrados, sellados
antes de decir nada. Estoy intentando que la gente que vaya a verme
tenga tiempo para ver y reconocer al Sinsajo, entonces, cuando creo
que todo el mundo sabrá quién soy, digo con voz alta, clara y
firme:
-Ciudadanos
de Panem, quiero haceros un comunicado. Sé que estas últimas
semanas sin presidente están siendo duras para algunos, pero no
debéis temer. Pronto todo se solucionará y el país estará
seguro-la voz me tiembla un poco al decir la última palabra porque
todo indica que es mentira -. Ahora todos debemos mantener la calma.
No debe haber altercados ni nada por el estilo. Todos sabemos que
somos una nación fuerte y que podremos esperar...-entonces justo
debajo de la lente de la cámara, hacia donde estoy mirando, aparece
un cartel blanco con letras grandes inscritas en él. Al principio
pone “lee lo siguiente en voz alta”-. ...esperar justo una semana
y dos días. El 18 todos presenciaremos las elecciones, así como mi
boda- abro mucho los ojos al leer “18” y “mi boda”. La
noticia me deja en estado de shock durante segundos hasta que atisbo
a Peeta por el rabillo del ojo diciéndome que siga-. Ese mismo día
acontece mi matrimonio con Peeta Mellark. Quería pedirnos en nombre
de muchos otros que hasta ese día no hagáis nada por intentar
solucionar el problema, ya que sólo se agravaría más-quitan el
cartel y ponen otro nuevo-. Hasta ese día- vuelvo a repetir porque
es justo lo que leo y entiendo que es una indirecta-. El Sinsajo a
resurgido de sus cenizas y no volverá a irse, lo prometo.
Cuando
veo que la luz roja se apaga y que no hay más letras que leer, me
apoyo contra un árbol y pienso lo que acabo de decir; las elecciones
son el mismo día que mi boda. He dicho que la gente debe mantener la
calma hasta ese día, justo hasta el 18. ¿Por qué? Beetee ha dicho
que lo mismo estaban equivocados, pero si lo que pienso es verdad,
entonces todo da a entender que si que habrá un gobierno parecido al
de antes y que si el Sinsajo renace tendré que volver a pelear. Odio
que hayan hecho ese cambio de última hora. Seguro que ya lo tenían
planeado de antes.
-¿Estás
bien?-pregunta Haymitch acercándose.
-Tú
lo sabías, sabías que era en mi boda. ¿Cómo no me lo has dicho
antes?
-Katniss...
-¡No,
no me vengas con excusas!-replico furiosa-. Siempre me haces lo
mismo, ¿cuándo voy a tener el derecho de saber la verdad justo en
su momento?
-Katniss...-vuelve
a intentar pero de nuevo le corto.
-Haymitch,
tenía derecho a saber que las elecciones son el 18. Y encima me
hacéis aprender algo que luego no digo, ¿por qué?
-Katniss,
fui yo. Yo dije que no te lo dijeran-dice de repente Peeta.
-¿Qué?
Peeta
intenta abrazarme, supongo que para intentar calmarme, pero ahora
mismo estoy tan enfadada con todos los que me rodean que me zafo de
sus brazos y le planto una bofetada. Es un movimiento involuntario.
En cuanto soy consciente de que he agredido a Peeta salgo corriendo
hacia el bosque. Sé que él no tenía derecho a elegir qué debo
saber y qué no debo, pero tampoco he debido pegarle. Toda la
tensión, toda la furia acumulada, ha salido disparada en esa
bofetada y ahora me siento muy mal.
Empiezo
a llorar descontroladamente y arco en mano sigo corriendo por el
bosque con la intención de alejarme de la civilización por un rato.
Mi comportamiento no ha sido el más adecuado y encima todo el mundo
lo ha visto. Ahora necesito tiempo para pensar, meditar y ver que
diré al volver a 13 para justificar mis medios.
No
puedo contar con el apoyo de Peeta ahora mismo y necesito sus brazos
como cualquier noche después de una pesadilla. Ojalá hubiera pegado
a Haymitch porque ahora no me sentiría tan avergonzada. Pero estoy
en lo cierto. Tengo el derecho de cabrearme ya que nadie me ha
contado que mi boda iba a coincidir con las elecciones. Sé que lo
han hecho por mí, o al menos es lo que pensaban.
Me
quedo durante horas sentada en una roca esperando que alguien venga a
por mí, o a tener las fuerzas suficientes como para volver con los
demás y pedir disculpas. Mirar a Peeta a los ojos y desear que no
tenga en cuenta lo que he hecho. Entonces me levanto lentamente, con
una flecha cargada para disparar y acertar en la rama de un árbol,
pero justo cuando voy a soltar la cuerda, un mareo intenso vuelve a
apoderarse de mí y caigo al suelo de rodillas. La cabeza me da
vueltas y veo borroso. No sé que me ocurre. Puede que sea por no
haber desayunado esta mañana, puede que sea por la presión, o
simplemente todos estos pensamientos me produzcan este tipo de dolor.
Sea lo que sea, siento que estoy apunto de desmayarme justo antes de
escuchar unos pasos dirigiéndose hacia mí.
siguieeeente, me encanta :D
ResponderEliminarMe encantaaaa!!! SIGUIENTEE POR FAVOOR :3
ResponderEliminarholaa :) tienes los siguientes capitulos escrits yaa? cuando los vas a subiir? ^^
ResponderEliminarNo, aún no están escritos. El 6 lo intentaré tener para hoy, pero aviso que el 7 va para largo.
ResponderEliminarMuchas gracias^^
pasa eres una crac
ResponderEliminar