Así
que nuestro grupo lo forman Peeta, mis hijos, Gale, Oliver, mi madre,
Johanna, Annie, Oliver y yo. Demasiado extenso para mi gusto pero al
menos podremos defendernos si hay problemas.
-Contaréis
con nuestra ayuda-dice Paylor-. El 13 siempre te deberá la vida,
Katniss.
Asiento
con la cabeza y me dispongo a irme cuando Beetee también se une al
grupo. Sabe que lo necesitan en el 13, pero también comprende que
nosotros lo necesitamos a él. Puede que solo sea temporal y que de
alguna forma luego consiga regresar a su distrito, pero no duda en
ofrecernos su ayuda. Listos todos, pasamos a despedirnos de nuestros
amigos y sé que Cinna no me lo va a poner fácil.
-Iría
contigo-dice-. Pero algo me indica que he de quedarme donde estoy,
espero que lo comprendas.
-Claro
que lo hago, y te voy a echar mucho de menos, pero al menos tendré
seguro que vas a estar bien-lo abrazo con todas las fuerzas del mundo
y le beso en la mejilla-. Gracias por estar a mi lado en cada
momento, Cinna.
-No
hay de qué. Siempre, Katniss, siempre.
La
siguiente persona que me cuesta es Haymitch. Me acerco a él y nos
abrazamos rápidamente. No necesitamos palabra para comprender lo que
queremos decir. Siempre ha sido, es y será de esta manera. El cómo
encajamos nuestros pensamientos para hacer que el otro sepa lo que
queremos transmitir es algo que sé que jamas voy a encontrar de
nuevo.
-Suerte,
preciosa.
Me
despido de Paylor, los estilistas y Enobaria apenada y todos me dan
palabras de ánimo y consuelo. Antes de que deje el salón Effie
llora sobre mi hombro y soy yo la que tiene que consolarla a ella.
-Cuidate,
querida. El bosque es peligroso.
-Nada
que no conozca. Cuídate, Effie.
-Eres
nuestro Sinsajo- se le quiebra la voz-. Y te quiero.
Es
lo último que me permito recibir ya que las despedidas no son lo
mío, no quiero llorar y quiero partir cuanto antes. Me encamino
hacia la puerta y una voz me detiene.
-Katniss-
me llama Caesar-. No he tenido tiempo de deciros lo que sé.
-¿Y
qué es?-pregunto mientras pongo la mano en el pomo de la puerta.
-Algo
que no os va a gustar a ninguno y que nos va a dificultar las cosas
un poco.
Veo
en su mirada turbia la tristeza y me preparo para recibir otro duro
golpe del destino. Sin embargo al abrir la puerta y encontrarme con
varios agentes de la paz obtengo la respuesta.
-Van
a por ti-responde Caesar al mismo tiempo que los agentes me cogen por
el brazo y me sacan de la casa del mentor.
-¿Qué
hacéis?-les grito-. ¡Soltadme!
Con
todo el ajetreo el vestido comienza a arder. Por supuesto que son
llamas falsas, sin embargo su realismo hace que se aparten y me
suelten. Los miro con odio y encajo la respuesta de Caesar. “Van a
por ti”. Eso significa que sabían que en cuánto me enterase de
tal devastadora noticia iba a intentar escapar o a hacer algún acto
a mi propio estilo y tenían órdenes directas de detenerme si era
preciso.
Peeta
sale disparado y me protege con su cuerpo.
-Alejaos
de ella.
-¿Vais
a algún sitio importante?-pregunta uno de ellos.
-No
es de tu incumbencia-le espeta Sarah.
-¡Oh,
mira lo que tenemos! Una joven sinsajo.
Veo
amenazas por todas partes. Como si esos agentes fueran víboras
apunto de atacar a mis pequeños y tengo que contenerme y no saltar
hacia ellos. Desafían con sus miradas a mi familia, a mis amigos y
no puedo permitir que me quiten lo único que pensaba que ya era mío
por naturaleza. A pesar de todo sé que escapar se está quedando
lejos de nuestras opciones a medida que siguen pasando los segundos.
Son cinco y aunque nosotros los superemos en número tendríamos que
defendernos, correr y cambiarnos, coger lo imprescindible y huir
hacia el bosque aún más rápido. Además darían aviso en cuanto
pudieran y no pienso volver a mancharme las manos de sangre si eso
puede darnos más tiempo. Quiero que mis hijos huyan, pero si lo
hacemos nos buscarán y no dudarán en matarnos en cuánto puedan.
Así que no me queda otra que rendirme. Aunque vuelvan los juegos,
aunque haya posibilidades año tras año siempre queda la opción de
que la suerte esté de nuestra parte. Además puedo intentar pensar
otro plan para futuros años, de todas formas queda un mes para la
cosecha y eso me da tiempo para llevar acabo otra huida.
Gale,
sin embargo, parece que tiene otros pensamientos en la cabeza y que
no va a preguntar quien está de acuerdo o no. Pero Haymitch, que no
sabía que estaba detrás de nosotros sale también detrás de él.
Gale comienza a golpear a uno de ellos mientras el mentor de encarga
de que otro no lo elimine. Yo retrocedo unos pasos para poner a Sarah
y Jaden a salvo, y Peeta decide ayudarlos. Oliver ve que su padre
está herido y corre a defenderlo. En un segundo Johanna y Cinna
también corren a ayudar a los demás y se monta un batalla campal en
mitad del jardín de Haymitch. Paylor se queda dentro de la casa y en
su rostro contemplo la frustración de que esté en silla de ruedas
porque sé que no dudaría en unirse también. Annie, que está a mi
lado intentado que Finn no vaya a luchar también, me mira a los
ojos con desesperación y sé que es lo que tengo que hacer.
-No
os mováis-le ordeno a mis hijos-. Meteros dentro de la casa y
esperad a que yo lo diga.
-Pero...-comienza
Sarah.
-No.
Esto tiene que acabar y no os podéis meter.
Dicho
esto y empujándolos hacia el salón, le pido a Annie que cierre la
puerta y que se encargue de que mis hijos no ayuden a su padre y de
que ningún agente entre dentro. Entonces miro el escándalo formado
y veo que cuatro agentes más vienen a ayudar a sus compañeros.
Estos cuatro portan armas de fuego que sé que van a utilizar. Así
que tengo menos de un minuto para cruzar la hierba, esquivar los
golpes que podrían darme, atravesar la carretera y meterme dentro de
mi casa. Cojo rápidamente el arco y las flechas que tenían colgados
en el salón y pienso en si quitarme el vestido o no, pero también
es cierto que las llaman me han ayudado y pueden volver a hacerlo.
Salgo de nuevo a la calle y miro la escena: Peeta sosteniendo a un
agente para que no le pegue más a Johanna, Gale intentado
incorporarse del suelo mientras uno de ellos lo empuja de nuevo,
Haymitch y Oliver luchando codo con codo para dejar fuera de servicio
a uno, y el resto intentado dar un golpe certero. Lo que me hace
moverme y posicionarme en mitad del asfalto en un agente de la paz
cargando su arma y apunto de disparar a Cinna.
-¡Basta!-grito
con todas mis fuerzas-. ¡Parad!
La
gente parece no darse cuenta de que estoy justo ahí y entonces no me
queda más remedio que captar la atención de todos antes de que
alguien al que quiero acabe mal herido o muerto. Con mucho pesar me
arranco un trozo de tela del vestido y espero que funcione. Las
llamas comienzan a apagarse y con ellas mi esperanza, pero aún así
lío la tela en la punta de una de las tres flechas que tengo a
disposición y apunto al arma que tiene levantada el agente de la
paz. Disparo y la tela comienza a arder con mucha fuerza a medida que
va avanzando. Algunos parecen reaccionar al ver el fuego y aprovecho
para volver a gritar.
-¡Se
acabó!
Cargo
otra flecha por si me hiciera falta y espero la reacción de todos.
Johanna se escabulle de su atacante y detrás de ella va Peeta. Gale
y Haymitch cogen a Oliver y se alejan unos metros. Cinna intenta irse
pero el agente lo tiene bien agarrado. Apunto directamente a este
agente. Mi flecha será más rápida que cualquier movimiento que
quiera hacer.
-¿Vas
a dispararme?-dice-. Mataré a tu amigo.
-Suéltalo
y no te pasará nada.
El
resto de sus compañeros hacen lo que le digo al otro y parece que no
van a seguir atacando a mi familia. Pero el idiota que está cogiendo
a Cinna por el cuello parece que aún no se ha quedado a gusto. Es un
provocación hacia mí y si no fuera porque presencié hace tantos
años como apaleaban a Cinna podría aguantar un poco más, sin
embargo no estoy dispuesta a perderlo de nuevo. Miro a Gale por el
rabillo del ojo porque él más que nadie sabe cuál es el paso que
doy a seguir cuando voy a cazar algo. Teníamos como una especie de
pacto no parlamentado que ambos sabíamos. Si era una presa grande él
daba un rodeo y se posicionaba a uno de los lados de manera que él
me viera a mí. Entonces sabía que tenía que prepararse para coger
a la presa en cuánto tensase el arco un poco más de lo debido. Es
justo lo que hago ahora. Gale corre y se pone detrás de Cinna y en
cuanto tenso un poco más el arco se prepara para cogerlo. Disparo
hacia el brazo del agente de la paz que suelta el arma y se queja
mientras intenta arrancarse la flecha.
-Pagarás-profiere-.
Ya lo verás.
Haymitch
y Peeta vienen hacia mí por si hubiera que protegerme, pero los
agentes se llevan a su compañero y dejan la aldea. Sé por sus
miradas que algo harán para que pague por lo que he hecho y que si
intento huir o algo por es estilo entonces me encontrarán y me
matarán, pero sacudo la cabeza intentado convencerlos de que no será
así.
Entramos
dentro de la casa y entre todos curamos la heridas que todos tienen.
Peeta tiene una brecha en la ceja izquierda y le han dado un buen
golpe en el brazo. Mientras una de mis manos se afana por curar su
herida y dejar que sangre, la otra es sostenida por la de mi marido.
-Lo
siento, Katniss. Tenías razón. Los malditos juegos, todos nos van a
perseguir siempre y yo te prometí que eso no sucedería.
-No,
Peeta. No es tu culpa. Son los otros, son ellos. No teníamos manera
de saberlo. Todos nos hemos quedado igual.
-Pero...-silencio
sus labios con un beso largo y luego lo abrazo-. Te quiero.
Caesar
carraspea y Paylor sale detrás de él. El presentador se cruza de
brazos y cierra los ojos con fuerza. Supongo que él volverá a
presentarlos y es algo que no le agrada en absoluto. Mi madre sale
después de Paylor y se seca las lágrimas que ha derramado. Creía
que ya no podía pasar nada peor, pero me parece que voy a dejar de
creer.
-Caesar
tiene noticias que darnos. Era lo que nos iba a decir antes de la
retransmisión del Capitolio-anuncia Paylor.
Trago
saliva y miro a Caesar que ni siquiera puede mirarnos a los ojos. Se
frota la nuca y dice:
-Lo
siento tanto. No os hacéis una idea. Al principio no quería
creérmelo, no cabía en mi cabeza la posibilidad de la vuelta a los
juegos. Y no sé como todos sabían que August era el que iba a
salir, supongo que amañaron los resultados-hace una pausa. Se está
disculpando y siente pesar por lo que ya de alguna manera todos
sabemos, pero hay algo más. Algo que no quiere decirnos, que no
quiere que pase, que sabe que nos va a afectar. Finalmente recupera
las fuerzas y me mira directamente a mí-. Anoche hubo una reunión
con los nuevos vigilantes de este año, el propio presidente y muchos
de los que van a participar de una manera u otra. A esa reunión
estaban convocados Effie y Cinna- los aludidos asienten-. No sé por
qué después de todo han decidido volver a contrataros, más a ti,
Cinna, pero es un hecho-suspira y se pasa la mano por el pelo
violeta-. No debería contaros lo que voy a decir y mucho menos darle
toda la información que le he dado a Paylor porque puede que me
corten la cabeza, pero quiero ayudaros si está en mi mano. Resulta
que August no ha dicho la verdad esta noche. Y lo cierto es que no me
esperaba que mintiera, pero alguna razón tendrá. Katniss, lo
siento, lo siento por todos, pero...los juegos no son dentro de un
mes-el corazón me da una punzada y Peeta me agarra más fuerte la
mano-. La cosecha es mañana.
diooooos, me encantaaaaaaaaaaaa.Tiene que ser horrible volver a los juegos y mas si tus hiojos pueden salir; escribes de marabilla, para cuando el siguiente??
ResponderEliminarGracias Laura :)
ResponderEliminarPues sí, debe de ser horrible y más si han modificado las normas y ahora Jaden también entra en el sorteo...
Intentaré que esté cuanto antes, el único problema que tengo es que esta semana y la siguiente la tengo llena de exámenes y me va a costar escribir, pero espero que al menos el 9 esté para este finde ^^
¡Muchas gracias por seguir leyendo!
Soy una gran seguidora tuya¡¡¡ Me encanta tu manera de escribir, de expresarte y de palpar las cosas en la escritura... No dejes de escribir, porque se nota que te gusta y a nosotros, tu lectores, nos encanta disfrutar del maravilloso mundo que nos ofreces... Yo pronto escribiré una novela, te invito a que la leas en cuanto la comience... Muchos besos.
ResponderEliminarMuchas gracias Alejandra y un placer leer tus comentarios :) Me alegra mucho que la mayoría de los que leen mi blog también tienen el suyo propio y si lo quieren haces blog. Yo también voy a hacer un blog dedicado a otra historia que no tiene nada que ver con Los Juegos del Hambre pero que me tiene muy ilusionada y me gustaría compartir con la gente. ^^
ResponderEliminarMuchos besos a ti también.
es una pasada me encanta aun n e llegao aki voi por el 4 pero necessitava escrivirte nose una preunta k edad tienes makina
ResponderEliminarHola, Victor :) Un placer leerte.
ResponderEliminarMuchas gracias, ante todo, por leer este blog y comentar. Todos los comentarios que dejáis me son muy importante, de verdad.
Tengo 17 años, aunque ya poco me queda para cumplir los 18 ^^
Un saludo :)
cuando vas escribir el siguiente??
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