sábado, 3 de noviembre de 2012

Capítulo 9 (Parte II)


Me levanto de la silla, abrazo a mi madre, pues sé que ella al ser abuela también lo está pasando mal, y me dirijo hacia las escaleras. Peeta va delante mía, si mirar hacia atrás, sólo pendiente de no tropezarse. Él puede que esté peor que yo aunque no lo demuestre. Le quitaron a su familia, le hicieron olvidarse casi de mí, casi muere como un millón de veces, y encima se siente culpable por haberme insistido en tener a Jaden y Sarah, cosa que sabía que yo no estaba muy de acuerdo. Y se le suma que volver al Capitolio en estas condiciones, como mentor de dos niños que no tienen ni idea de lo que son los Juegos y que estarán más asustados que nosotros cuando fuimos, le afecta demasiado.
Sarah sale por la puerta de su dormitorio y me abraza en cuanto me ve. Ella puede comprenderlo un poco mejor que su hermano, pero aún así sé que no está preparada en absoluto. Le correspondo el abrazo con fuerza y al poco tiempo se suma Jaden. Peeta decide también abrazarnos y quedamos todos hechos una piña en el centro del pasillo. Nos sé qué es lo que ocurre, pero todos comenzamos a estallar en carcajadas nerviosas. Todos tenemos miedo y ahora mismo lo estamos liberando, juntos, unidos, fuertes y valientes, esperando que lo que tenga que ocurrir, suceda en el mejor de los casos.
-Os quiero- digo en voz alta-, y pase lo que pase nunca os dejaré solos, ¿vale?
-No lo dudamos, mamá- responde Sarah-. Siempre unidos.
-A salvo y vivos- recuerda Peeta-. Siempre.
-No pasará nada malo- termina Jaden.
Nos vestimos apropiadamente, pero tampoco para ir a un desfile de modelos del Capitolio. Algo elegantes, al fin y al cabo, si miramos hacia atrás, las ropas que tenemos ahora no se pueden comparar con lo que solíamos llevar. Y además tampoco es que apetezca mucho ponerse las mejores galas para algo que va a ser como una sentencia de muerte. Si por mí fuera, iría con lo peor que pudiese tener. Al bajar las escaleras, descubro que mis hijos ya están listos y que Peeta y mi madre ya están saliendo por la puerta. El toque de queda suena y suspiro profundamente.
-Una cosa antes de irnos- digo alzando la voz-. Quiero que todos sepáis que...- pienso bien en lo que voy a decir. Quiero que transmita fuerza y coraje, pero tampoco quiero que se arme una revolución con eso-. Los valientes no lloran y que los cobardes esconden la cabeza. No me cabe la duda de que todos vosotros sois las personas más valientes que he conocido y que hoy lo vais a ser más que nadie. Cada uno de vosotros lleva un sinsajo dentro.
Caminamos sin prisa hacia la plaza donde estará colocada la plataforma en la que un año más, Effie se subirá y tras decir unas palabras sacará las papeletas de las urnas. Después los tributos serán conducidos al Edificio de Justicia donde tendrán una hora para despedirse de sus familiares. Peeta, Haymitch y yo somos los mentores así que no sé si los padres de los tributos irán con nosotros para ejercer dicho puesto.
Cuando llegamos a la plaza un agente de la paz nos localiza e identifica y nos dice que hemos de acompañarle ya que nosotros debemos sentarnos en el escenario junto con Haymitch y la alcaldesa. Así que, antes de que mis hijos se dirijan hacia las filas separadas por edades, abrazo a los dos y les digo:
-Sois todo lo que tengo y no voy a permitir que os pase nada. Os lo prometo.
Me separan de ellos y no puedo ver con claridad lo que pasa después. Nos trasladan a Peeta y a mí al interior del Edificio de Justicia y esperamos a que nos llamen.
-Nunca tuvimos la oportunidad de saber lo que se siente- dice Peeta-. Dos años seguidos siendo tributos. En realidad nunca fuimos mentores.
-No os perdisteis mucho- anuncia Haymitch-. Ya que pensaba que me iba a librar para siempre- refunfuña.
-Nadie iba a saber que volverían- digo yo.
-¿Creéis que hay alguna manera de hacer que vuelvan a irse?- pregunta Peeta.
-Necesitaríamos una guerra, y, por supuesto, otro Sinsajo.
-¿Es que me he quedado anticuada?- replico.
-No- contesta Haymitch-. Supongo que no querrás volver a meterte en su piel, ¿no?
-La verdad es que no.
-¿Ni siquiera por nuestros hijos?
Es entonces, mediante esa pregunta de Peeta, cuando veo por primera vez que está molesto conmigo. Lo miro entrecerrando los ojos, intentando descubrir qué he hecho para que esté así. ¿Será eso? ¿El casi haberme rendido? ¿El no haber tomado cartas en el asunto? ¿El no volver a ser el Sinsajo? Mientras todas estas preguntas me rondan en la cabeza y me devano los sesos para intentar hallar una respuesta coherente, los agentes nos llevan hasta el escenario, y cuando el sol me da de lleno en la cara y veo a todos ellos niños de pie, mirándonos fijamente, el corazón me da una punzada enorme y aparto las preguntas para un momento más tardío.
Nos sentamos en los asientos indicados y busco caras conocidas entre todas las que hay abajo. Para mi desgracia hay demasiados chicos y chicas que conozco. Entonces doy con Jaden y esbozo una pequeña sonrisa. Ya ha pasado todo el proceso de identificación y no veo en él ningún signo de preocupación o alteración. A Sarah no consigo encontrarla y eso hace que me ponga más nerviosa todavía. Me incorporo un poco para ver mejor hasta que Peeta tira de mi falda para que vuelva a sentarme y mantenga la compostura.
-Están ahí, no van a ir a ninguna parte- me recuerda.
-¿Y si sale uno de ellos, Peeta? ¿Qué pasará?
-No lo sé- dice y tras un silencio suelta lo que tenía guardado-. Pasará que tenías razón y que nunca debí haberte obligado a tenerlos.
-¡Peeta! No me obligaste- exclamo-. Me convenciste, que es distinto.
-Pero no querías.
-En el fondo sí, lo único que no quería es esto de aquí.
-Lo siento- se disculpa.
-De eso nada- me acerco a él y le doy un beso corto en los labios-. Te quiero, ¿vale?
La alcaldesa nos interrumpe diciendo algo para todo el mundo, pero no me molesto en escucharla. Que diga lo que quiera, lo que le hayan dicho que tiene que pronunciar. Yo mientras seguiré pensando qué hacer, porque no puedo dejar que esto suceda año tras año de nuevo. ¿Sería bueno volver a ser el Sinsajo aunque signifique mi muerte?
Gale ahora mismo estará en el 2, entre todos los padres, rezando para que Oliver no sea el tributo masculino, que si estuviéramos en los Juegos de toda la vida, sería un profesional. Cinna llegará al Capitolio mañana o así, no sé cómo va a hacer para preparar todo lo que tenga en mente, ni para recomponerse del duro golpe. A Effie la veré en cuestión de segundos y a todos los demás, bueno, espero no verles. Aunque supongo que Enobaria, Johanna, Annie y Beetee serán mentores de sus distritos. ¿Cómo será realmente este año? Cuatro tributos más. Tributos que no tienen ni idea de lo que son los Juegos realmente. Chicos y chicas que no han pasado hambre en sus vidas, que no saben cazar y mucho menos coger un arma. ¿Serán capaces de matar o, por el contrario, esperaran a morir de hambre, frío o por alguna enfermedad? ¿Qué les tendrán los vigilantes preparado para que se desarrollen los Juegos una vez en la Arena?
Effie Trinket aparece en escena caminando lentamente hacia el micrófono, posando su mirada en mí y en Haymitch antes de pronunciar cualquier sonido. Ella no quiere hacerlo. No quiere que esto suceda de nuevo, al igual que muchos de todos los que estamos en la plaza, por no hablar de toda la totalidad de Panem.
-Bienvenidos- comienza esta vez con un tono apagado en la voz-, bienvenidos a los Septuagésimo Séptimos Juegos del Hambre y que la suerte esté siempre, siempre de vuestra parte. Creo que todos ya sabéis el comunicado que hubo anoche, y por motivos que no me están permitidos decir, se ha modificado la fecha. El sistema es el mismo aunque con alguna modificaciones. El sorteo se realizará entre chicos y chicas de 11 a 18 años, siendo dos tributos por cada distrito y dos por el Capitolio. El proceso que le sigue a esta cosecha se mantiene.
A Effie se le quiebra la voz. Cierra los ojos y creo ver en sus labios lo que es una cuenta hasta el número diez. Mientras, el silencio reina en toda la plaza y nadie se atreve a corromperlo. Ni un murmullo, ni un carraspeo, ni siquiera el sonido del aire o de algún animal se deja entrever. Ni lágrimas, ni suspiros. Nada de nada. Sólo el silencio de una gran comunidad, sólo el aplauso que podemos darle a Effie. Aunque, si lo que quiero de verdad es darle una muestra de apoyo, entonces sé lo que tengo que hacer. Me levanto de la silla y sin avanzar un paso me llevo los tres dedos centrales de la mano izquierda a los labios y los lanzo hacia el frente mirando a todos los presentes. Sólo aquellos que saben el verdadero significado me acompañan.
-Perdonad- dice Effie-. No es fácil- traga saliva y prosigue-: como todos los años el Capitolio decide poner un video para la ocasión y esta vez no iba a ser diferentes, así que ahí lo tenéis- señala una gran pantalla y se aleja un poco del micro.
No pensaba que a Effie le fuera a afectar tanto. Puede que de lejos la hubiese puesto entre los principales. Pero supongo que no tengo ni idea de cómo se puede sentir. Ella es la que saca los papeles, ella es la que, en realidad, lleva a los tributos a la Arena. Debe ser un trabajo horrible. Además, puede que antes sí que lo quisiera hacer, pero ahora, después de todo, lo dudo.
Me levanto y me arrastro hasta ella mientras el video, distinto a todos los que he visto y que resume ambas rebeliones, se reproduce.
-Lo estás haciendo muy bien- le animo-. Ahora te queda lo último. No te preocupes. Sean quienes sean esos dos chicos no te vengas abajo.
-La última vez saqué tu nombre, y la anterior fue el de tu hermana. Si tengo la misma suerte, este año puede que coja a Sarah o a Jaden.
-No. Eso no pasará. Recuerda: una posibilidad entre miles.
El video acaba y Effie vuelve al micro. En este momento me evado. Mi mente se queda lejos de manera que mi cuerpo no sufra ni sienta nada. No sé si quiero ser consciente cuando diga el primer nombre, pero, si soy capaz, espero no derrumbarme sea quién sea.
-Las damas primero- dice Effie dirigiéndose hacia la urna de las chicas.
Mete la mano dentro y rebusca entre todos los papeles. Deseo con todas mis fuerzas que no sea mi hija, que no sea mi hija, que no sea mi hija. Trago saliva con mucha fuerza y busco la mano de Peeta para que me dé fuerzas. Cuando Effie se sube al podio para leer las palabras que se encuentren escritas en el pequeño papel blanco, cierro los ojos. <<Que no sea yo>>, pienso sin querer como cuando tenía 16 años. <<Que no sea ella>>, me rectifico.
Effie acerca sus labios al micrófono y recita:
-Sarah Mellark- se ahoga en sus palabras y yo me tambaleo en el asiento.
Un murmullo gigantesco se extiende por toda la plaza y veo cómo mi hija, perdida entre todas las chicas, se dirige hacia el escenario sin vacilar. No lo duda ni un segundo. Es como si llevara toda la vida sabiendo que iba a terminar así, como si hubiera ensayado, como si lo supiese de antemano. Veo en ella mi reflejo. Y, aunque lucho por levantarme y gritar a toda voz que me presento voluntaria, sé que no puedo hacerlo y que si lo hiciera seguramente me arrestarían. Así que me quedo donde estoy, intentando asimilar que voy a ser mentora de mi hija y que ahora, el tributo masculino que salga estará directamente sentenciado por mí, porque pienso sacar a mi hija con vida de estos Juegos.
Sarah sube al podio y en vez del habitual cordial saludo, las cámaras recogen un abrazo amistoso y protector por parte de Effie a la chica. Entonces, sin más dilación, la acompañante se dirige a las urnas de los chicos, en el otro extremo del escenario, y rebusca meticulosamente entre todas las papeletas. Debe elegir con cautela cuál de ella le dará vida al próximo tributo, porque sabe que no puede sacar a mi hijo. Y ahora no deseo que sea él. Deseo que alguien se presente voluntaria por mi hija. Quiero que alguien con mi espíritu dé su vida por ella.
Effie sube de nuevo al podio y se seca un par de lágrimas. Con mucho esfuerzo consigue doblar la papeleta y, tras echarse las manos a la cabeza y dejar caer el papel, musita:
-Jaden Mellark.
El mundo se detiene por completo.

6 comentarios:

  1. Dios mio¡¡¡ Increible... Debe de ser horrible como ver que tus dos hijos son destinados a lo mismo que fuiste tu...
    Me encanta, me encanta, me encanta¡¡¡¡
    No lo dejes jamas, eres increible, no lo olvides.
    Te admito muchisimo.
    un beso.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, Alejandra :)
    Sí, debe ser horrible, además sabes que tienes que ser mentora de ambos y no puedes salvarlos a los dos, sólo puedes optar a salvar uno. Eso yo creo que es lo más duro.
    Un besazo y no dejes de leer :)

    ResponderEliminar
  3. diioooos me encanta!1 eescribes de marabilla no dejes de escribir jamas. pobre katniss pobre peeta que se siente culpable y pobres sarah y jaden buf, no quiero saber quien de los 2 muere aunque por lo que he viste lo mas probable seria que sibreviviera jaden pero no se, y debo ser la unica que me emociono con los libros pk cuando dijo sus nombres empece a llorar. me encanta como escribes enserio.
    para cuando el siguiente?

    ResponderEliminar
  4. Hola :) me llamo Clara, debo de admitir que empecé a seguir este blog por casualidad, pero he empezado a leerme esta continuación de sinsajo y es que me encanta! no puedo decirte otra cosa que no sea POR FAVOR NO DEJES DE ESCRIBIR! La trama, la historia, todo está super bien escrito! Me gustaría hablar contigo más a menudo y hacerte unas cuantas preguntas :) si quieres te dejo mi twitter y me sigues, avisame para seguirte ^^(@KlariitaaPeke16) y me imagino que saldrá mi blog tambien asi que... :) vuelvo a decirte que por favor no lo dejes, que escribes muy bien, que me está encantando y también decirte que suerte en los examenes :) que he leido tu entrada del mes pasado disculpandote por no subir capitulos ^^ ajajja
    un beso :)

    ResponderEliminar
  5. Laura Díaz: Gracias ante todo por leer y dejar tu comentario. La verdad es que sí, Reconozco que soy un poco malvada al haber dado este giro de los acontecimientos. Ya se verá cómo acaba todo. El siguiente estará para esta noche, si puedo lo coloco antes.

    Klariitaa PekeC: Encantada Carla, no sé si lo dije anteriormente, pero mi nombre es Andrea. De verdad que agradezco tus palabras. Los comentarios positivos siempre me animan a escribir más y más, así que gracias :)Gracias por desearme suerte en lo exámenes y lo mismo pido para todos lo que me leéis. Enseguida te sigo en twitter ^^ Para ti, y para todos aquellos que quieran seguirme es: @Jess_lovatic

    Aprovecho para hacer promoción de otro blog que recientemente abrí y que está prácticamente empezando, no tiene nada que ver con los Juegos, pero me gustaría que os pasarais si os gusta como escribo porque esa historia no os dejará indiferentes: http://thepriceofthetruth.blogspot.com.es/
    Quiero aprovechar también para pedir disculpas. He estado teniendo problemas personales y además se me han juntado varios exámenes muy importantes que me han tenido ocupada todo este tiempo. Pero hoy, a no ser que haya un apagón en mi vecindario, prometo subir el 10. Gracias por vuestra paciencia, y una vez más, gracias por vuestros comentarios :)

    ResponderEliminar